Título: Y colorín colorado... Tú
Título original: Traumprinz
Autor: David Safier
Páginas: 304
Editorial: Seix Barral
Argumento: La soñadora Nellie, dibujante de cómics, roba un viejo cuaderno tibetano a uno de sus artistas favoritos. Harta de decepciones amorosas, dibuja en el bloc a su príncipe azul, Retro de Amanpour, un personaje de un reino de fantasía creado por ella. Cuando se despierta a la mañana siguiente, el príncipe ha abandonado la hoja de papel y está, en carne y hueso, delante de sus narices. Espada y cota de malla incluidas.
Al ver que todo lo que dibuja cobra vida, Nellie y el impetuoso príncipe se embarcan en una alocada aventura que los llevará a recorrer las calles de Berlín buscando respuestas al misterio de la libreta mágica. Pero la aventura más importante a la que se enfrentan es, sin embargo, la del amor.
Opinión personal: David Safier es un autor que me encanta, me divierto mucho con lo que escribe y siempre quiero leer todo lo que publica. Hasta ahora, todo lo que he leído de él me ha gustado. Sin embargo, este libro me ha defraudado un poco.
Si que es verdad que en un principio la historia me pareció especial, y lo es, pero no es tan divertida como en los libros anteriores. Recuerdo reírme a carcajadas y en éste no lo he hecho.
La historia, como ya digo, es especial. A la prota se le va desmoronando su vida por momentos, hasta que surge su príncipe azul, el cual revolucionará más la vida de Nellie. Por si eso fuera poco, hay grandes villanos y un final muy muy tenso.
Hay una situación de Nellie que me recordó a la peli 'Dí que sí', porque es prácticamente igual, y esa parte me gustó mucho. Aunque se me hizo un poco raro que uno de los villanos saliera de ahí...
Creo que esta vez el libro se centra más en otras cosas, en vez de sonar tan humorístico. Se centra más en las relaciones, el amor verdadero, las ilusiones, los sueños, las personas especiales...
En cuanto a eso, es lo que más me ha gustado del libro pero le faltaba algo, esa chispa del autor para hacer una obra perfecta.
Aún poniéndole la pega de que le falta humor (y David Safier escribe humor), creo que se ha quedado en una obra muy especial, con un mensaje muy bonito.